Michael Saylor: el hombre detrás de la apuesta de mil millones de dólares en Bitcoin

Vivimos tiempos emocionantes para las criptomonedas. A menos que te hayas encerrado en un búnker subterráneo cuando estalló la pandemia y te hayas encontrado sin señal y sin que nadie se conectara al wifi, habrás notado que estamos en plena racha alcista.

Bitcoin ha superado con creces su máximo histórico de 2017 y no se detiene, mientras que el mercado de altcoins le sigue la estela. Para muchos, ha sido un rayo de luz en un año por lo demás sombrío.

El último mercado alcista, allá por 2017, tuvo un final bastante abrupto y doloroso. Bitcoin cayó de más de $17,000 en diciembre de ese año a menos de $7,000 un par de meses después. A principios de 2019, se podía conseguir un BTC por menos de $4,000. ¡Uf! Muchos críticos descartaron el BTC y otras criptomonedas como activos demasiado volátiles que no durarían.

Es importante destacar que, en 2017, esa racha alcista se debió principalmente a la acumulación de inversores minoristas con la esperanza de obtener ganancias rápidas. Se debió tanto a la publicidad exagerada y al miedo a perderse algo (FOMO) como a una comprensión o apreciación más profunda del potencial de las criptomonedas. Por lo tanto, no sorprende que los precios se desplomaran posteriormente.

Avanzamos rápidamente hasta 2020 y el panorama es radicalmente diferente. Esta racha alcista está alcanzando nuevos máximos, con la aparición de cientos de criptomonedas más desde la anterior, y esta vez no se debe a que todo el mundo abra una cuenta en Coinbase y se arriesgue.

El dinero que impulsa este auge proviene de inversores institucionales, y vaya si tienen mucho para gastar. Grandes empresas y gigantes de la inversión hacen cola para comprar BTC, y muchos predicen que esto es solo el comienzo de lo que podría ser un aumento repentino en el precio y la adopción que eclipsará el 2017.

En 2017, abundaban los hombres poderosos con trajes caros, ansiosos por descartar el bitcoin. Las finanzas tradicionales parecían horrorizadas o indiferentes, y ni siquiera el almuerzo más largo induciría a ningún CEO importante a invertir un céntimo del dinero de su empresa en él. Bitcoin era «dinero mágico de internet» y el dominio exclusivo de narcotraficantes y estafadores.

Un mundo diferente

El tiempo pasó. BTC se recuperó, aunque lejos de sus máximos anteriores. El mundo seguía girando, Trump seguía haciendo lo suyo, el Brexit seguía sin concretarse y todos intentábamos mantener el entusiasmo por ETH 2.0. El mercado de altcoins seguía creciendo y todos se preguntaban cuándo llegaría la próxima racha alcista. Entonces, la gente empezó a enfermarse en Wuhan.

Cuando la OMS declaró el brote de Covid-19 como pandemia, los mercados de todo el mundo se desplomaron, al igual que el precio del BTC. Pero entonces, a medida que se inyectaban fondos de estímulo en las economías para evitar su colapso y comenzaban a hacerse predicciones alarmantes sobre la hiperinflación, el BTC despegó. Los inversores de todo el mundo comenzaron a darse cuenta de que necesitaban diversificar sus inversiones.

Algunos optaron por el oro, un activo refugio para siempre. Pero otros vieron que la mejor protección contra la inflación era un activo con una oferta fija y almacenado en un libro de contabilidad inmutable, público y descentralizado. Un activo que muchos aún veían con profunda desconfianza.

Se están invirtiendo grandes cantidades de dinero corporativo en BTC. PayPal anunció recientemente que sus clientes podrán comprar y gastar BTC y otras criptomonedas en su plataforma. Square, de Jack Dorsey, invirtió 50 millones de dólares en BTC en octubre.

Hace apenas un par de semanas, se reveló que el gigante de seguros de vida Mass Mutual había invertido 100 millones de dólares. Si alguien hubiera predicho algo así en 2017, probablemente se lo habrían llevado hombres con batas blancas.

Sin embargo, a la cabeza de la inversión corporativa en bitcoin se encontraba la empresa de inteligencia empresarial y software MicroStrategy y su todopoderoso fundador y CEO, Michael Saylor. Hasta la fecha, la compañía ha invertido más de mil millones de dólares en BTC y Saylor es uno de sus promotores más firmes.

El precio de las acciones de MicroStrategy se dispara y su desorbitada inversión anima a más instituciones a subirse al tren del BTC. Entonces, ¿qué es MicroStrategy, quién es Michael Saylor y qué significa todo esto para el futuro de las criptomonedas?

La empresa

Quizás el aspecto más llamativo de la inversión de MicroStrategy en bitcoin (aparte de los mil millones de dólares) es que la empresa no tiene experiencia previa con criptomonedas. Su enorme inversión se debe a la profunda fe de Saylor en bitcoin y su valor en el mundo pos-COVID.

El espacio criptográfico está lleno de personas y organizaciones dispuestas a hablar sobre el potencial y el valor de Bitcoin, pero MicroStrategy ha demostrado que el entusiasmo ahora se ha extendido mucho más allá de las fronteras de las criptomonedas.

MicroStrategy ofrece servicios de inteligencia empresarial a sus clientes, además de materiales educativos, análisis y herramientas de software para optimizar los flujos de trabajo. Desde su fundación por Saylor y su socio Sanju Bansal en 1989, se ha convertido en un líder del mercado en su sector, con más de 2000 empleados y miles de clientes en todo el mundo.

En 2019, generó 486 millones de dólares en ingresos, con una capitalización bursátil de 2.400 millones de dólares. Su precio por acción ronda los 330 dólares, tras rondar los 144 dólares a principios de 2020.

Estas cifras pueden palidecer en comparación con las de algunas de las grandes empresas tecnológicas de Silicon Valley, que también disfrutaron de un excelente 2020, pero MicroStrategy lleva más de 30 años en el mercado y sus participaciones han convertido a Saylor en multimillonario. No se trata de una historia de éxito que se pierde en un abrir y cerrar de ojos. Si el bitcoin realmente llega adonde Saylor cree , tanto él como MicroStrategy están destinados a enriquecerse muchísimo.

El hombre mismo

Michael Saylor nació en Nebraska en 1965. Su padre estaba en la Fuerza Aérea de los EE. UU., por lo que Michael pasó gran parte de su juventud en bases aéreas de todo el mundo, antes de que la familia se estableciera en Ohio cuando tenía once años.

Inicialmente, albergó el sueño de convertirse en piloto y fue aceptado en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) con una beca ROTC de la Fuerza Aérea en 1983. Mientras estaba en el MIT, se especializó en aeronáutica y astronáutica (sí, estoy bastante seguro de que es una forma elegante de decir ciencia espacial ), y se graduó en 1987. También fue mientras estaba en el MIT que conoció a Sanju Bansal.

Cuando le diagnosticaron erróneamente un soplo cardíaco que lo descartó como piloto, Saylor se unió a The Federal Group, Inc., una consultora que rápidamente aprovechó sus conocimientos informáticos para diseñar modelos de simulación. Un año después, se trasladó a DuPont, donde continuó desarrollando programas de modelado informático.

Saylor y Bansal fundaron MicroStrategy en 1989, con un capital inicial de 250.000 dólares aportado por DuPont. Aprovechó lo aprendido en el MIT para desarrollar software de minería de datos e inteligencia empresarial, y finalmente consiguió un contrato de 10 millones de dólares con McDonald’s en 1992.

A partir de allí, los ingresos comenzaron a aumentar y MicroStrategy pronto tuvo que ampliar su escala, trasladando sus oficinas y personal de Delaware a instalaciones más espaciosas en Virginia en 1994. En 1998, la empresa salió a bolsa en una IPO, vendiendo cuatro millones de sus acciones a 12 dólares cada una.

Para entonces, la estrella de Saylor también estaba en ascenso y sus habilidades empresariales eran elogiadas por empresas como Ernst Young, KPMG y MIT Technology Review . Sin embargo, su reputación y su fortuna personal sufrieron un duro golpe en marzo de 2000, cuando la Comisión de Bolsa y Valores (SEC) lo acusó de informar incorrectamente sobre los resultados financieros de MicroStrategy.

En diciembre de 2000, finalmente llegó a un acuerdo con la SEC sin admitir irregularidades, lo que resultó en una multa de 350.000 dólares y una indemnización personal por restitución de poco más de 8 millones de dólares. Este golpe a sus finanzas no fue nada comparado con la posterior caída del precio de las acciones de MicroStrategy, que eliminó otros 6.000 millones de dólares de su patrimonio neto.

Mantenerse en la cima

A pesar de este revés, así como de los informes sobre un estilo de vida desenfrenado y lujoso, Saylor conservó su puesto al frente de MicroStrategy y ha continuado al frente de la empresa, incluso pasando gran parte de su tiempo fuera de la oficina en lugares como Florida y Saint-Tropez. Esta hazaña es aún más impresionante considerando que el precio de las acciones de la compañía se mantuvo relativamente bajo en los años posteriores a la investigación de la SEC.

Dedicó parte de su tiempo libre a fundar la Academia Saylor , una organización sin fines de lucro diseñada para ofrecer cursos en línea gratuitos y abiertos a todos los que deseen aprender. Hasta la fecha, se ha asociado con diversas instituciones educativas para brindar acceso a casi 100 cursos de nivel universitario y profesional a través de su sitio web.

Aunque algunos criticaron a Saylor por no pasar demasiado tiempo en su yate y sus proyectos paralelos, se mantuvo al tanto de los cambios tecnológicos y sus probables efectos en la sociedad. Expuso sus ideas sobre el futuro de la ciencia y la tecnología en su libro de 2012, The Mobile Wave: How Mobile Intelligence Will Change Everything (La Ola Móvil: Cómo la Inteligencia Móvil lo Cambiará Todo).

En este libro identifica muchas formas en las que la tecnología móvil afectará nuestra vida diaria, incluyendo –de manera intrigante– su creencia de que los sistemas monetarios y de pago serán uno de los sectores que experimentarán más cambios.

Fue esta mirada hacia el futuro lo que permitió a Saylor mantener a MicroStrategy en marcha, mientras buscaba constantemente que la empresa evolucionara y se mantuviera así por delante de sus competidores.

Un enjambre de avispones cibernéticos

Seamos sinceros, sin Bitcoin, MicroStrategy probablemente habría seguido funcionando, haciendo lo que hace y dejando que los ciudadanos más glamorosos de Silicon Valley acaparen la atención. Nunca tendrá el atractivo de Apple o Tesla, y es difícil imaginar que un software de análisis de negocios acelere el pulso de muchos.

Pero resulta que saltó la chispa cuando Michael Saylor y el bitcoin se unieron, a pesar de su predicción inicial de que no saldría nada . En los últimos años, Saylor se ha convertido en uno de los mayores promotores del bitcoin, difundiendo el mensaje por todas partes y comparándolo con « una batería cargada de energía monetaria» y « una reacción en cadena que se propaga como un incendio en el ciberespacio». En el buen sentido, claro está.

Según se informa, Saylor posee personalmente 17.732 bitcoins , comprados a un precio promedio de 9.882 dólares, una posición que convenció a su empresa a involucrarse también. Su cuenta de Twitter es un desfile incesante de opiniones y comentarios positivos sobre bitcoin, mientras que YouTube está repleto de videos donde lo elogia. Uno tiene la impresión de que, aunque solo tenga la mitad de razón, esta racha alcista que estamos disfrutando es solo la punta de un iceberg. De nuevo, en el buen sentido.

El gran anuncio de BTC de MicroStrategy

Y ahora, al pequeño detalle de la inversión de MicroStrategy en BTC. Si bien empresas como Grayscale pueden haber invertido aún más en el oro digital, es el hecho de que MicroStrategy fuera una empresa no especializada en criptomonedas lo que hace aún más revelador su enorme compromiso.

La inversión de la compañía es doble. En primer lugar, 450 millones de dólares en efectivo de su balance se invirtieron en BTC mediante una serie de transacciones, lo que le permitió adquirir poco más de 38.000 bitcoins a mediados de septiembre de este año.

A principios de diciembre, la compañía emitió una emisión de bonos convertibles para recaudar 650 millones de dólares, que anunció que utilizaría para comprar aún más BTC. Esto significa que MicroStrategy se ha endeudado con más de 500 millones de dólares para aumentar sus tenencias de BTC.

Hace apenas un par de días, la compañía anunció que había obtenido otros 29.646 BTC con los ingresos de la venta de su deuda. Esto significa que ahora posee 70.470 BTC en sus reservas, con un valor aproximado de 1.500 millones de dólares. Dado que ha pagado un promedio de 15.964 dólares por cada bitcoin que posee, la compañía ya cuenta con una considerable ganancia gracias a su inversión. En palabras del propio Saylor: «Las acciones han subido 100 dólares por acción, el bitcoin ha subido, y todos están contentos».

Todavía es temprano

Tras tres décadas al frente de MicroStrategy sin generar demasiado revuelo, Michael Saylor ha impulsado el bitcoin, lo que está impulsando su último y más emocionante aumento de precio. Como hemos visto, esta racha alcista es notablemente diferente a la de su predecesora de 2017, con el dinero fluyendo de algunas grandes empresas.

Existe una gran creencia, por parte de muchísima gente inteligente y adinerada, de que el bitcoin subirá aún más y podría convertirse en el activo clave en los años inciertos que se avecinan. Quizás evitemos la hiperinflación y la economía mundial se recupere mejor de lo esperado de los estragos de la COVID-19. Ojalá que así sea. Pero incluso si lo hacemos, parece que ha llegado la hora del bitcoin y se ha convertido en una moneda de uso generalizado.

Hay muchísima gente dispuesta a impulsar el bitcoin hasta el cielo y más allá. Algunos son unos locos y otros se juegan la vida, tras haber estado detrás del desarrollo de las criptomonedas durante los últimos años. Pero Michael Saylor realmente lleva las cosas al siguiente nivel en este sentido. Ha demostrado estar dispuesto no solo a invertir su propio dinero en BTC, sino también el balance y la deuda de su empresa.

Saylor cree que aún estamos al comienzo de esta trayectoria ascendente y que no es demasiado tarde para que los inversores, tanto corporativos como privados, inviertan en BTC. En sus propias palabras:

Con todas estas tecnologías, creo que el momento de comprarlas es cuando son lo suficientemente grandes como para que sea obvio que funcionan y tienen un impulso masivo, pero cuando el 99% de la gente en la calle no las entiende.

Bitcoin es, sin duda, una palabra que muchos conocen, pero sigue siendo un concepto que pocos pueden explicar adecuadamente. Sin embargo, quienes tienen mucho dinero lo están asimilando y están empezando a comprarlo como si no hubiera un mañana.

Las inversiones de MicroStrategy, PayPal y Square son noticias importantes, pero la entrada de Mass Mutual en la contienda marca otro gran momento para BTC, ya que se encuentra en la mira de una compañía con $234 mil millones en activos bajo gestión. Las compuertas podrían estar a punto de abrirse.

2021 será un año interesante por muchas razones, pero la trayectoria de bitcoin a lo largo del mismo debería ser una de las más fascinantes. Solo asegúrate de que Michael Saylor invite a las bebidas; sabes que puede permitírselo.

Si quieres conocer otros artículos parecidos a Michael Saylor: el hombre detrás de la apuesta de mil millones de dólares en Bitcoin puedes visitar la categoría Noticias.